TRABAJAMOS POR UN OBJETIVO COMÚN
Tú quieres vender tu casa de pueblo, venderla rápido para cerrar esa etapa de tu vida y encontrar si es posible a un digno sucesor para esa casa que tantos recuerdos te trae.
Sabes que tu casa pierde valor cada año que pasa sin venderse, desocupada y deteriorándose y actualmente no está en tus planes invertir en su mantenimiento (pero seguramente ya te está costando dinero).
Nosotras queremos ayudarte a lograr tus objetivos y la vez dar rienda suelta a nuestra pasión y a nuestro talento innato para crear hogares.
La misión: lograr el amor a primera vista, el match perfecto. Que quien visita tu casa se vea viviendo en ella (cosa que seguramente ahora no pasa).
Y, a un nivel más profundo, queremos inspirar a que la gente vuelva al pueblo, a reploblar sus calles y a llevar una vida de mayor lentitud, deleite y consciencia.
Te explicamos nuestro protocolo de trabajo
Cómo lo hacemos
Lo primero es ir a conocer tu casa, ver qué intervención mínima requiere y en qué condiciones se encuentra.
Nuestro objetivo es hacer una transformación low-cost y sin reformas, por lo que la vivienda debe tener condiciones de habitabilidad y no necesitar reforma (aunque le pudiera venir bien o los futuros propietarios quieran hacer sus propios cambios) .
Trabajamos bajo la premisa de la transparencia absoluta, pues no se trata de esconder nada a los potenciales compradores, sino mostrar cómo podría ser esa casa solo con un poco de gusto y mimo por los detalles.
Si la casa cumple con los requisitos que buscamos y que garantizan que solo con deco se puede lograr un gran cambio, te presentaremos una propuesta de trabajo con el presupuesto de nuestra intervención. Este dependerá entre otras cosas del tamaño de la vivienda, del estado de limpieza y de lo que sea preciso retirar de la casa.
Tú no tendrás que adelantar ni un céntimo de nuestro trabajo de decoración y estilismo, sino que nuestros honorarios los sumaremos al precio de venta de la casa, pues sin duda ayudará a cobrar un precio más justo por ella.
Si en la casa hay muebles y artículos decorativos o de menaje que no quieras guardar, podemos organizar un pequeño rastro para darles salida antes de empezar nuestra intervención decorativa y así darles a esos objetos vintage la oportunidad de una segunda vida.
Si además de nuestro lavado de cara la casa tiene desperfectos importantes que necesitan algo más (como una buena mano de pintura) esto quizá haya que presupuestarlo/contratarlo aparte (con nosotras o con otros profesionales).
Dicen las estadísticas del sector inmobiliario, que la decisión de comprar una casa es una decisión emocional que subconscientemente se toma en los dos primeros minutos de entrar en la vivienda.
El éxito de la venta tiene mucho que ver con el primer impacto visual, con la primera impresión que genere tu casa en quien la visita con intención de comprarla.
Para que veas que no es una exageración, te mostramos un antes y un después sencillo, en el que una mano de pintura y unos muebles lo cambian todo. ¿Crees que el cambio afectaría a una decisión de compra?
¿En cuál de estas dos casas sí te verías pasando un fin de semana?
Como ves, es diferente tener que visualizar cómo podría quedar algo, que verlo ya hecho. Y no todo el mundo tiene la destreza de imaginarse el resultado final.
Llegados a un acuerdo, firmaremos un contrato de exclusividad y nos pondremos manos a la obra. Trataremos tu casa como si fuera nuestra y la intervendremos con mucho cariño y respeto. Aprovecharemos todo lo aprovechable y llevaremos nuestros propios muebles para crear hogar con estilo y carácter y así potenciar la belleza de cada rincón en una casa que seguro conoció tiempos mejores.
Una vez terminada esta fase a nuestra satisfacción, sacaremos unas fotos espectaculares de los ambientes creados y con el portfolio de la casa, ya estará lista para ser puesta a la venta.
Preferimos que este trabajo lo haga una agencia profesional, pero tú puedes elegir venderla tú o contratar a una inmobiliaria. En ciertos casos nos podremos encargar nosotras mismas.
Hecha la venta, los muebles vuelven a nosotras, su misión ya estará cumplida y nos servirán para el siguiente proyecto.
Entonces emitiremos nuestra factura.